miércoles, 17 de julio de 2019

Fallece el artista plástico hispano-brasileño Otto Cavalcanti


El artista plástico hispano-brasileño Otto Cavalcanti falleció el pasado 12 de julio a la edad de 89 años en Barcelona tras una larga enfermedad.
Otto Cavalcanti nació en Itabaiana, en el noroeste de Brasil, en 1930. Se inició artísticamente como ilustrador publicitario en Río de Janeiro en 1952. Sus temas favoritos, que le acompañarán a lo largo de su dilatada carrera, son la música, la robótica, la naturaleza, y la figura humana.

En 1963, viaja a Europa. Reside en Madrid de 1963 hasta 1968 donde pinta y expone sus obras. Luego reside dos años en Londres (1968-70) donde continúa trabajando y exponiendo, Realiza una Exposición en la Galería Adinsell de Londres en 1969 con crítica de Sheldon Williams, entre otros. Las formas geométricas que surgen en su etapa londinense introducen rasgos antropomorfos -Robot Humanoide (1974)- que evolucionan hasta crear lo que se dará en llamar un nuevo estilo el Combinismo de Formas Visuales, sintetizado en un Manifiesto que Otto Cavalcanti publica en el diario barcelonés La Vanguardia en 1977 con una crítica elogiosa del escritor y crítico de arte Daniel Giralt Miracle. A Londres le siguió Paris, donde hizo una exposición en el Grand Palais en 1970. Viajó por varios países de Europa y se instaló finalmente en Barcelona en 1970, donde se consolida artísticamente y entra en contacto con las vanguardias en Cataluña, se integró en la denominada Gauche Divine frecuentando los locales de moda como Bocaccio junto a uno de sus mecenas Ramón de Batlle. Compartió momentos inolvidables con el Grupo de artistas Dau al Set, integrado por Tàpies (quien luego renegó del grupo), Brossa, Cuixart y Joan Ponç creadores de una pintura surrealista con una identidad propia.

En 1984 viajó invitado a Brasil para una estancia de tres meses que se convirtieron en 12 años que culminó con una gran exposición en la Universidad Federal de Ceara (UFC). Del reencuentro con su cultura y su geografía surgió una pintura innovadora llena de estímulos. Allí combinó la pintura y el dibujo con la escultura y realizó conferencias sobre arte. Pintó grandes murales e introdujo nuevas técnicas y materiales.

En 1996 regresó a Barcelona, una ciudad postolímpica y renovada. La capital catalana es una de sus ciudades más queridas, la que más le atrae cuando se ausenta de su tierra natal. Siempre se sintió a gusto con su gente, su cultura y su clima, factores que le permitieron seguir desarrollando su larga e intensa trayectoria. Con la madurez de su lenguaje pictórico, su obra se volvió más colorista y personal. En las acuarelas los elementos se metamorfosean en una amalgama de fauna y flora que mezcla sus temas clásicos, sus recuerdos de infancia y sus vivencias de viajero cosmopolita, todo ello en medio de un clima tropical con mucho sol, calor, energía y vegetación selvática.

Entre el 2002 y el 2004 realizó tres exposiciones individuales en Casa Amatller.

En el año 2005 pintó una serie de cuadros inspirado en el séptimo arte como resultado de su encuentro con el técnico cinematográfico y coleccionista Josep M. Queraltó, nacido en Vallbona de les Monges (Lérida). Algunos de estos cuadros se han expuesto en exposiciones de material de cine realizadas por Queraltó, entre otras, en la Sala Fortuny del Centre de Lectura de Reus (2006), en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (del 20 de diciembre 2007 al 28 de enero de 2008) y en el Espacio Cultural TRAMART (del 1 de marzo al 2 de abril).

A partir de 2006, combina estancias en Paraíba (Brasil) y Barcelona, llegando a realizar obras en Pernambuco y Ceará y exposiciones en la Galería Archidy Picado, el Espacio Cultural en João Pessoa, la Fundación Casa de José Américo, el Centro Cultural Ariano Suassuna y la sede del Gobierno Municipal de Itabaiana.

Durante su estancia en Barcelona, Otto hizo exposiciones en 2008 – “Homenaje a mi amigo Cuixart” en el Taller Cuixart-Barcelona-, en el 2009 en la Galería Gaudi en Madrid, en Gallery Gora de Montreal (Canadá), KunStar en Bolzano (Italia) y la sala de exposiciones del Club Náutico de Salou.

Otto Cavalcanti fue nombrado caballero del Estament de Cavallers Hospitalaris de Sant Jordi en noviembre de 2013, como reconocimiento a su larga trayectoria profesional y su vinculación cultural con Cataluña, y fue investido caballero Gran Placa de la Imperial Orden Hispánica de Carlos V en una ceremonia celebrada en el histórico recinto de la Sala de Reyes del Alcázar de Segovia el 15 de noviembre de 2014.

En 2009 María Luisa Pujol y Otto cavalcanti firmaron un documento notarial por el cual ella se convirtió en su marchante. Sobre él opinaba: "Es un gran artista gráfico, dibujante y un pintor colorista muy imaginativo, inquieto e innovador. Se movió en varias lineas de trabajo buscando siempre la perfección que sabía que nunca alcanzaría pues consideraba que era enemiga de la acción y él tenía claro que su trabajo artístico no tenía fecha de caducidad". Como persona destacó: "era optimista, vital, de una alegría contagiosa, extrovertido, sencillo, un alma libre, con un gran sentido del humor. Tuvo su corazón dividido entre Itabaiana, su ciudad natal, Paraíba, Barcelona y el Mediterráneo. Era amigo de sus amigos y tuvo una rica vida social".
























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