jueves, 5 de diciembre de 2013

La Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó dona una obra de Otto Cavalcanti a la Universidad de Barcelona


 
 
La Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó, de manos de su presidente Josep M. Queraltó, y en presencia del artista plástico hispano-brasileño, Otto Cavalcanti, hizo entrega de una litografia a Lourdes Cirlot, vicerrectora de Relaciones Institucionales y Cultura de la Universidad de Barcelona (UB), el pasado 26 de noviembre, en el despacho de la vicerrectora en la UB.

La litografía, en la que aparece la figura espectacular de Sant Jordi luchando con el dragón, es el número 100, de una serie de 100 y pasará a formar parte de los objetos y obras que tiene el museo virtual de la Universidad de Barcelona en la actualidad.

Un artista innovador 

Nacido en Itabaiana (Paraiba), en el noroeste de Brasil, Otto Cavalcanti se inicia pictóricamente como grafista e ilustrador publicitario en Río de Janeiro en 1952. En esa época sus retratos están muy influenciados por Modigliani y por un peculiar estilo puntillista. Sus temas iniciales favoritos, que perdurarán a lo largo de su dilatada carrera, son la música, el movimiento, la robótica, las formas geométricas y la naturaleza esplendorosa con su fauna y su flora.

En 1963 inicia su aventura europea. Pinta y expone en Madrid, Londres, Paris -Grand Palais- y se instala finalmente en Barcelona a mitad de la década de los setenta, donde se consolida artísticamente. Se relaciona con artistas e ideólogos del movimiento el Dau al Set y entra en contacto con el mundo de la Gouche Divine, y la bohemia de Bocaccio.

 Nos encontramos ante un artista inquieto, que necesita estar en constante acción. Le gusta trabajar siguiendo los dictámenes de su estado anímico, con serenidad y sentido auténticamente plástico. Desde sus primeras pinceladas, dos hechos han marcado su trabajo, un procedimiento inquebrantable que ha guiado el conjunto de su obra y la búsqueda de la innovación, tanto en el contenido de su arte como en la forma y soportes del mismo.

De él han dicho:

Venera el cromatismo y sabe como hacerlo para ir creando dentro de la composición un arco iris de ritmos visuales, como en un gran puzzle, donde todo encaja a la perfección. Así, bajo el racionalismo, se le nota el dominio, cuando hay, por ejemplo, una cierta ironía en la figura humana. Allí renace el dominio de Otto Cavalcanti.
Modest Cuixart, artista plástico, Girona 2003, Bonart. El demonio de Otto Cavalcanti.

La pintura de Otto Cavalcanti está despojada de toda influencia convencional derivada de la sociedad contemporánea. Las suyas son formas que reflejan pureza, libertad y plenitud. Transmiten alegría de existir. Todo ello lo consigue por medio de la metamorfosis y de la geometría, ambas intrínsecas en la naturaleza, y cuyo lenguaje consigue captar.
Montserrat Blanch, escritora de arte y presidenta del Patronato de la Casa Ametller. Barcelona, 2003

Otto Cavalcanti visitó la exposición "L'experiència màgica del cinema", ubicada en el vestíbulo del Edificio Histórico de la UB. Le acompañan Josep M. Queraltó y Josep Maria Caparrós, comisario de la exposición.

 
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