domingo, 3 de noviembre de 2013

"La màgia del cinema: de Mèlies a l'alta definició" defiende la importancia de los avances tegnológicos en el cine


 
 
El 31 de octubre, se celebró la segunda mesa redonda sobre cine dentro del ciclo organizado en el marco de la exposición "L'experiència mágica del cinema" que acoge la Universitat de Barcelona (UB), en el vestíbulo del Edificio Histórico, hasta el 17 de diciembre, y de la que es comisario Josep M. Caparrós, catedrático de Historia Contemporánea y Cine.
Los participantes en la mesa redonda, titulada "La màgia del cinema: de Mèlies a l'alta definició" fueron Juan Mariné, director de fotografía y restaurador de películas; Josep M. Aragonés, socio fundador y director artístico-técnico de Apuntolapospo; Jordi Casas, director técnico de Kelonik; Pol Turrents, director de fotografía; y Alexander van Hemmen, director de Operaciones de Ymagis Spain. Jordi S. Bonet, vicepresidente de la Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó actuó de moderador.
En esta ocasión la mesa redonda pudo hacerse en el Aula Magna de la Universitat de Barcelona, con una más que aceptable asistencia de público teniendo en cuenta la fecha en la que se realizaba, víspera de Todos los Santos. Como era de esperar, con unos ponentes como los que se reunieron en la mesa, el debate que se abrió en seguida mantuvo el interés y participación del público sobrepasando el tiempo marcado.

Juan Mariné, catalán afincado en Madrid hace varias décadas, mostró sobradamente su calidad no solo profesional sino humana. Nos deleitó con historias y anécdotas varias que han ido jalonando su vida en la profesión cinematográfica que empezó a los 15 años y personal. Se inició en esta industria cuando el cine todavía se hacia en blanco y negro y el fue el primero en hacer una película en color. Ha trabajado con los directores, técnicos y actores más reconocidos del cine español, citó grandes figuras como Joselito o Paco Martínez Soria, en cuyas películas intervino como director de fotografía. También explicó su afán de experimentar y de investigar para mejorar la fotografía de las películas. Llegó a hacer el llamado formato Mariné. Conoce todos los secretos de la química, física y técnica de la cinematografía. Restaura películas y las digitaliza. A sus 92 años, la palabra jubilación no existe en su diccionario, y los técnicos actuales del cine no cesan de pedirle consejos y ayuda profesional.

Josep M. Aragonés, profesional que participa habitualmente en paneles internacionales como experto en posproducción cinematográfica, cine digital y 3D, intervino a continuación de Mariné, con opiniones y anécdotas a cual más interesante. Gran defensor de las nuevas tecnologías del cine, manifestó que, desde el punto de vista de la postproducción, lo más importante es el lenguaje cinematográfico, y que cada vez que hay un avance en la técnica, éste se enriquece más. Para él lo importante es la comunicación y lo que se pueda transmitir y “la tecnología es un medio”. Entre las anécdotas que explicó, hay una que hace referencia a un rodaje en la India en el que utilizaba por primera vez un monitor en color y que, a diferencia de lo que él pensaba, los habitantes de la zona le hicieron preguntas personales y no las relacionadas con los equipos técnicos que llevaba.

Pol Turrents, un joven director de fotografía con una solvente trayectoria profesional, defendió la importancia de los avances técnicos en el cine e hizo comparaciones con situaciones producidas en el pasado, como es el paso del cine mudo al sonoro, que tuvo sus numerosos detractores o el paso del blanco y negro al color, transiciones que vivió Joan Mariné como apuntó Turrents. Ahora también hay gente contraria a la implantación del 3D o el 4k - resolución que ofrece una calidad cuatro veces más que la alta definición-. “2014 –afirmó- será el año definitivo del 4k” y criticó la falta, a veces, de una visión empresarial sobre todo en tecnología. Mostró su satisfacción de la representación variada de la mesa en la que se podían escuchar las opiniones de representantes de prácticamente toda la cadena dentro de la cinematografía: la producción, postproducción y exhibición.

Jordi Casas, como representante técnico de la exhibición, recordó las numerosas dudas surgidas en las primeras proyecciones de cine digital en Las Vegas en el 2000, pero a medida que se fue perfeccionando y pasaba el tiempo fueron cambiando de opinión. Reconoció que viniendo del cine analógico, de la mecánica, la electricidad y las películas no ha sido fácil este salto al disco duro. Aseguró que el 31 de diciembre de este año ya estaremos en el 90-95 por ciento de digitalización de equipamientos en las salas de cine en el estado español por lo que ya puede decir “Señores, España es digital”. En Europa la digitalización de las salas se sitúa también entre el 85 y 90 por ciento.

Alexander van Hemmen, también representando a la exhibición y gran conocedor del modus operandi de las “majors” y distribuidoras, empezó explicando sus inicios como operador de cine suplente en las salas del grupo Balañá, poco tiempo después de celebrarse las Olimpiadas en Barcelona y finalizar sus estudios en imagen y sonido. Entonces todavía se proyectaba cine en 35mm lo que le produjo más de un problema cuando se producían fallos en el proyector o se le caía la película al suelo. Del 35mm afirmó que “era como el reducto de las galias de Asterix en el mundo de la tecnología”. También explicó de manera sencilla todo el proceso de implantación del cine digital en el mundo. Todo se debe al interés de las “Majors” –las grandes beneficiadas del negocio del cine- de que los exhibidores incorporasen el digital a las salas, como éstos no podían asumir los costes, decidieron crear una comisión que estableció un modelo estándar con unos parámetros estables. Ésta creó el VPF  (Virtual Print Film),  una tasa de copia virtual. Las distribuidoras decidieron destinar gran parte de los ahorros que les cuesta hacer la copia en digital -sobre un 95% más económico respecto al 35mm-, durante unos años, a los exhibidores para ayudarles a hacer la transición al digital. Este modelo se definió en el 2007 y el proceso finalizará sobre el 2020-2021.

Alexander también destacó la importancia de la parte artística. Por ejemplo, “Avatar” supuso un antes y un después, en el avance de la digitalización de los cines. Los exhibidores también se benefician del digital. Se pueden controlar los proyectores de forma remota. Un informático lo puede controlar todo desde un ordenador. Para el exhibidor, a nivel operativo, supone una ventaja.

A partir de estas intervenciones el debate fue creciendo en interés a la que se sumó una activa participación de los asistentes.
 

En la exposición "L'experiència màgica del cinema" en el vestíbulo del Edificio Histórico de la Universitat de Barcelona (UB)
 
 
 
 
En la exposición "Fa molt de temps...l'odissea del cinema" Juan Mariné junto el cartel de la película "Los chicos del Preu" de la que fue director de fotografía.
 
 
 

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