El 31 de octubre, se celebró la segunda mesa
redonda sobre cine dentro del ciclo organizado en el marco de la exposición
"L'experiència mágica del cinema" que acoge la Universitat de
Barcelona (UB), en el vestíbulo del Edificio Histórico, hasta el 17 de
diciembre, y de la que es comisario Josep M. Caparrós, catedrático de Historia Contemporánea y Cine.
Los participantes en la mesa redonda,
titulada "La màgia del cinema: de Mèlies a l'alta definició" fueron
Juan Mariné, director de fotografía y restaurador de películas; Josep M.
Aragonés, socio fundador y director artístico-técnico de Apuntolapospo; Jordi
Casas, director técnico de Kelonik; Pol Turrents, director de fotografía; y
Alexander van Hemmen, director de Operaciones de Ymagis Spain. Jordi S. Bonet,
vicepresidente de la Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó actuó
de moderador. En esta ocasión la mesa redonda pudo hacerse en el Aula Magna de la Universitat de Barcelona, con una más que aceptable asistencia de público teniendo en cuenta la fecha en la que se realizaba, víspera de Todos los Santos. Como era de esperar, con unos ponentes como los que se reunieron en la mesa, el debate que se abrió en seguida mantuvo el interés y participación del público sobrepasando el tiempo marcado.
Juan Mariné, catalán afincado en Madrid hace
varias décadas, mostró sobradamente su calidad no solo profesional sino humana.
Nos deleitó con historias y anécdotas varias que han ido jalonando su vida en
la profesión cinematográfica que empezó a los 15 años y personal. Se inició en
esta industria cuando el cine todavía se hacia en blanco y negro y el fue el
primero en hacer una película en color. Ha trabajado con los directores,
técnicos y actores más reconocidos del cine español, citó grandes figuras como
Joselito o Paco Martínez Soria, en cuyas películas intervino como director de
fotografía. También explicó su afán de experimentar y de investigar para
mejorar la fotografía de las películas. Llegó a hacer el llamado formato
Mariné. Conoce todos los secretos de la química, física y técnica de la
cinematografía. Restaura películas y las digitaliza. A sus 92 años, la palabra
jubilación no existe en su diccionario, y los técnicos actuales del cine no
cesan de pedirle consejos y ayuda profesional.
Josep M. Aragonés, profesional que participa
habitualmente en paneles internacionales como experto en posproducción
cinematográfica, cine digital y 3D, intervino a continuación de Mariné, con
opiniones y anécdotas a cual más interesante. Gran defensor de las nuevas
tecnologías del cine, manifestó que, desde el punto de vista de la
postproducción, lo más importante es el lenguaje cinematográfico, y que cada
vez que hay un avance en la técnica, éste se enriquece más. Para él lo
importante es la comunicación y lo que se pueda transmitir y “la tecnología es
un medio”. Entre las anécdotas que explicó, hay una que hace referencia a un
rodaje en la India en el que utilizaba por primera vez un monitor en color y
que, a diferencia de lo que él pensaba, los habitantes de la zona le hicieron
preguntas personales y no las relacionadas con los equipos técnicos que
llevaba.
Pol Turrents, un joven director de fotografía
con una solvente trayectoria profesional, defendió la importancia de los
avances técnicos en el cine e hizo comparaciones con situaciones producidas en
el pasado, como es el paso del cine mudo al sonoro, que tuvo sus numerosos
detractores o el paso del blanco y negro al color, transiciones que vivió Joan
Mariné como apuntó Turrents. Ahora también hay gente contraria a la
implantación del 3D o el 4k - resolución que ofrece una calidad cuatro veces
más que la alta definición-. “2014 –afirmó- será el año definitivo del 4k” y
criticó la falta, a veces, de una visión empresarial sobre todo en tecnología.
Mostró su satisfacción de la representación variada de la mesa en la que se
podían escuchar las opiniones de representantes de prácticamente toda la cadena
dentro de la cinematografía: la producción, postproducción y exhibición.
Jordi Casas, como representante técnico de la
exhibición, recordó las numerosas dudas surgidas en las primeras proyecciones
de cine digital en Las Vegas en el 2000, pero a medida que se fue
perfeccionando y pasaba el tiempo fueron cambiando de opinión. Reconoció que
viniendo del cine analógico, de la mecánica, la electricidad y las películas no
ha sido fácil este salto al disco duro. Aseguró que el 31 de diciembre de este
año ya estaremos en el 90-95 por ciento de digitalización de equipamientos en
las salas de cine en el estado español por lo que ya puede decir “Señores,
España es digital”. En Europa la digitalización de las salas se sitúa también
entre el 85 y 90 por ciento.
Alexander van Hemmen, también representando a
la exhibición y gran conocedor del modus operandi de las “majors” y
distribuidoras, empezó explicando sus inicios como operador de cine suplente en
las salas del grupo Balañá, poco tiempo después de celebrarse las Olimpiadas en
Barcelona y finalizar sus estudios en imagen y sonido. Entonces todavía se
proyectaba cine en 35mm lo que le produjo más de un problema cuando se
producían fallos en el proyector o se le caía la película al suelo. Del 35mm afirmó
que “era como el reducto de las galias de Asterix en el mundo de la tecnología”.
También explicó de manera sencilla todo el proceso de implantación del cine
digital en el mundo. Todo se debe al interés de las “Majors” –las grandes
beneficiadas del negocio del cine- de que los exhibidores incorporasen el
digital a las salas, como éstos no podían asumir los costes, decidieron crear
una comisión que estableció un modelo estándar con unos parámetros estables.
Ésta creó el VPF (Virtual Print Film), una tasa de copia virtual. Las distribuidoras
decidieron destinar gran parte de los ahorros que les cuesta hacer la copia en
digital -sobre un 95% más económico respecto al 35mm-, durante unos años, a los
exhibidores para ayudarles a hacer la transición al digital. Este modelo se
definió en el 2007 y el proceso finalizará sobre el 2020-2021.
Alexander también destacó la importancia de
la parte artística. Por ejemplo, “Avatar” supuso un antes y un después, en el
avance de la digitalización de los cines. Los exhibidores también se benefician
del digital. Se pueden controlar los proyectores de forma remota. Un
informático lo puede controlar todo desde un ordenador. Para el exhibidor, a
nivel operativo, supone una ventaja.
A partir de estas intervenciones el debate
fue creciendo en interés a la que se sumó una activa participación de los
asistentes.
En la exposición "L'experiència màgica del cinema" en el vestíbulo del Edificio Histórico de la Universitat de Barcelona (UB)
En la exposición "Fa molt de temps...l'odissea del cinema" Juan Mariné junto el cartel de la película "Los chicos del Preu" de la que fue director de fotografía.
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