El
director de fotografía y restaurador, Juan Mariné, inauguró el 22 de diciembre
una plaza con su nombre en la Ciudad de la Imagen, en Pozuelo de Alarcón
(Madrid), como reconocimiento a su carrera. La presidenta de la Comunidad de
Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la alcaldesa de Pozuelo, Susana Pérez Quislant, presidieron
este acto de homenaje al que también asistieron la subsecretaria del Ministerio
de Cultura y Deportes, Andrea Gavela, la consejera de Cultura y Turismo de la
Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, el director de la ECAM, Gonzalo
Salazar-Simpson, la directora del ICAA, Beatriz Navas, el productor y
presidente de EGEDA, Enrique Cerezo y el director de la Filmoteca, Josetxo
Cerdán, el presidente de la Academia de las Artes y la Ciencias
Cinematográficas de España y Jorge S. Bonet, presidente de la Fundación Aula de
Cine Colección Josep M. Queraltó, entre otros.
Con esta plaza, el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón ha querido reconocer la labor de esta importante figura del cine, cuyo trabajo como director de fotografía y restaurador recorre todo el cine español del siglo XX. Este reconocimiento coincide, además, con el centenario de su nacimiento, pues Mariné cumple 100 años el 31 de diciembre.
Tras el descubrimiento de la placa, ubicada a pocos metros de la Filmoteca y de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM), las autoridades y representantes de instituciones se dirigieron al interior de la ECAM donde se sucedieron las intervenciones de bienvenida y reconocimientos a Juan Mariné. El primero en decir unas palabras fue el director de la ECAM, Gonzalo Salazar-Simpson, quien manifestó “No se nos ocurre un mejor regalo para estas fechas que este evento”, “querido Juan llevas 25 años en la ECAM y nos ha sabido a poco. Han sido 25 años que nos llenan de orgullo” “Con este evento y con esta plaza tu nombre y el nuestro van a estar ya unidos permanentemente y para siempre”.
A continuación Salazar-Simpson le cedió la palabra a la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant, quien afirmó que “se trata de un homenaje a uno de los más ilustres profesionales del cine y la fotografía de España y que ha realizado una extraordinaria labor estos últimos 25 años aquí, en la Ciudad de la Imagen, en Pozuelo de Alarcón, en la sede de la ECAM”, “homenajear a Juan Mariné es homenajear al cine, a la fotografía y a todas las artes audiovisuales”, destacó el tiempo que pasa Mariné en su taller en la ECAM “también sirves de ejemplo a todos los alumnos de esta Escuela, que tienen una gran suerte pudiendo compartir contigo muchos ratos” y “este homenaje es un ejemplo más del apoyo del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón y del Gobierno de la Comunidad de Madrid, representado hoy aquí por su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, al cine”.
A la alcaldesa de Pozuelo le siguió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso quien dijo “Hoy Juan Mariné es historia viva del cine”, “transmite sus conocimientos a los jóvenes cineastas del futuro que lo consideran un ejemplo vital y profesional” también tuvo palabras de elogio de la ECAM, de su destacado papel educativo y su buen posicionamiento a nivel europeo y mundial “Por segundo año consecutivo fue declarada por la revista Hollywood Reporter como una de las 15 escuelas internacionales más importantes del mundo” y el apoyo al sector audiovisual.
Finalmente le llegó el turno al protagonista del evento, Juan Marine, que empezó recordando el momento en el que fue alistado en la Guerra Civil con sólo 17 años, el peor momento de su vida, luego hizo referencia a la ECAM a la que tanto quiere y tanta felicidad le produce nada más cruzar la puerta de entrada. Visiblemente emocionado por el acto que estaba viviendo dijo “Tenemos que hacer cosas bonitas, muy agradables, muy sinceras y a todos vosotros quiero daros las gracias porque ha sido tan grande el acto. Soy tan feliz que no lo puedo ser más” Siguió agradeciendo a los que estaban presentes y dejó de hablar para abrazar a Gonzalo Salazar-Simpson, director de la ECAM, abrazo al que Juan animó que se fundiera Enrique Cerezo de duelo por el fallecimiento de su madre el día anterior. Así finalizó el acto homenaje a un profesional del cine que se ha ganado a pulso los reconocimientos y sin duda alguna es merecedor de dar nombre a esta amplia plaza situada entre la ECAM y el Centro de Conservación y Restauración (CCR) de la Filmoteca Española.