Josep M. Queraltó y otros miembros de la Fundación Aula
de Cine Colección Josep M. Queraltó visitaron el pasado 2 de junio el museo dedicado
a la actriz Vivien Leigh, protagonista de inolvidables películas como “Lo que
el viento se llevó” (1939), dirigida por Victor Fleming, George Cukor y Sam
Wood, y “Un tranvía llamado deseo” (1951), dirigida por Elia Kazan, obteniendo
por ambas el Oscar a la mejor actriz principal.
Elvira Clara Bonet, gran admiradora de la actriz
británica (nacida en Darjeeling, India) cuyo nombre verdadero era Vivian Mary
Hartley, es la propietaria de este museo un auténtico santuario, formado por
fotografías, libros y objetos personales procedente de la eterna Scarlett
O’Hara. Desde que la descubrió, con 15 años, en la gran pantalla del
desaparecido cine Unión, en el barrio de Horta de Barcelona, en 1955, en el
papel protagonista de “Lo que el viento se llevó”, su admiración y devoción
hacia la estrella británica fue tan inmensa que no cesó hasta conocerla
personalmente manteniéndose intacta después de su fallecimiento.
El inicio de una bella amistad
Gracias a la revista “Fotogramas”, que publicó la
dirección de la actriz, Elvira sin dudarlo un momento, le envió la primera
carta iniciando una relación epistolar que finalizó el mismo día de la muerte
de Leigh, el 7 de julio de 1967, fecha en que le llegó a su casa su última
misiva, fechada tres días antes. En 1963, cuando se cumplían 25 años de “Lo que el
viento se llevó”, le envió un medallón con sus iniciales grabadas. Agradecida
por el generoso gesto le invitó a su casa londinense para que la conociera en
persona. El deseado encuentro tuvo lugar en 1964, en su domicilio, en el número
54 de Eaton Square en Londres, cuando la entonces veinteañera Elvira, que ya
había empezado a trabajar como mecanógrafa en una compañía de seguros, obtuvo
el pasaporte para viajar al extranjero. A finales de ese mismo año, volvió a
visitarla por segunda y última vez.
Durante más de dos horas, Elvira nos abrió las puertas de
su casa y de su museo y nos resumió con detalles su larga vida de culto a este
mito cinematográfico. Nos leyó fragmentos de cartas que se había intercambiado
con la actriz, y nos mostró con orgullo y especial cariño todos los objetos que
atesora y que le gusta enseñar a amigos, cinéfilos y periodistas, que visitan
este lugar donde el tiempo se ha parado rindiendo eterno tributo a la altiva
Escarlata O’Hara de “Lo que el viento se llevó”. Pudimos ver, entre otros
objetos personales de Leigh, una miniatura de una rata de porcelana que la
actriz ponía en su camerino cuando iba de gira, a modo de amuleto; la pitillera
de oro y plata que siempre llevaba encima, con los cigarrillos que su doncella
-la española Domitila Martínez- le colocó antes de fallecer; los monóculos que
lucía en una escena de su última película “El barco de los locos”; frascos de
perfume, dos pares de zapatos del número 37, o la agenda del año de su
fallecimiento. Tiene numerosos álbumes donde guarda como auténticas joyas
fotografías y todas las cartas -45 en total- que le envió Vivien Leigh entre
1957 y 1967.
Cuando la estrella falleció, su último compañero
sentimental, John Merivale, decidió invitarla al funeral oficial al que también
asistieron algunos amigos íntimos, como John Gielgud, Michael Redgrave y Alec
Guinness, entre otros.
Elvira ha mantenido contacto, con visitas y a
través de cartas, con Suzanne, la única hija de Vivien Leigh, de su primer
matrimonio con Leigh Holman, hasta su fallecimiento el 1 de marzo de 2015, y
sigue manteniéndolo en la actualidad con sus nietos. La gran mayoría de los
objetos que contiene el museo han sido donadas por la familia de Vivian Leigh
en consideración a la relación que se estableció entre Vivien Leigh y su su
amiga española Elvira Clara Bonet, más conocida como “Miss Bonet”, hace más de
cinco décadas.
En 2017, se celebrarán los 50 años del fallecimiento de
Vivien Leigh. El Vivien Leigh Cercle, entidad a la que le invitaron a ser miembro
por su pasión y culto a la actriz, le ha invitado para que asista a la
celebración del cincuentenario.
Domitila Martínez, doncella española que estuvo al servicio de Vivien Leigh los últimos años de su vida
Elvira con Suzanne, hija de Vivien Leigh, y su hijo.