El Espacio
Catalunya-Europe, en Bruselas (Bèlgica), acoge, del 22 de febrero al 5 de abril, “Barcelona, la fachada del cine – Los orígenes del séptimo arte”, una exposición
que muestra el vínculo de la ciudad con el cine desde sus orígenes. A través de
una serie de acuarelas de las primeras salas de exhibición, cámaras de filmar y
fotografías, el visitante conocerá la evolución de la técnica cinematográfica y
el impacto que este invento tuvo en el desarrollo de la sociedad durante el
siglo XX.
La
Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó muestra la parte más social
de la historia cinematográfica de Barcelona y los antecedentes del cine. Todo
ello, a través de la serie de acuarelas pintadas por el artista catalán Josep Marfà que
pertenecen a la Colección Josep M. Queraltó, una de las colecciones privadas
más importantes de Europa y que actualmente se encuentra ubicada en la Ciudad
Condal.
La
capital catalana fue pionera en la asimilación del invento del cine y la prueba
palpable de esa integración del séptimo arte en la vida social catalana es, sin
duda, la construcción, adaptación o utilización de varios locales públicos o
privados para la exhibición de películas.
Muchos
de esos cines y teatros, lamentablemente, han desaparecido, aunque hay otros
que afortunadamente todavía siguen en pie. Todos ellos viven en la memoria de
varias generaciones de barceloneses, ya que han formado parte de sus vidas.
El
cine es un arte que nace de la ilusión y del movimiento, pero a la vez es un
fenómeno social que crea fantasías y consigue realidades. Esa es la verdadera
magia del cine, de ahí su hechizo.
Tanto
los primeros cines como las multisalas o el Imax en 3D tienen un denominador
común: los espectadores que se encuentran en la sala comparten emociones y disfrutan de una historia conjuntamente durante el tiempo que dura la película.
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