Actores y actrices: sonrisas y lagrimas, moderada
por el profesor Josep Maria Caparrós, puso el punto final, el 10 de febrero, a
las mesas redondas que se han organizado en el Aula Magna de la Universidad de
Barcelona con motivo de la exposición L’experiència
mágica del cinema que se clausurará el 28 de febrero de 2014. Participaron en ella el actor Emilio Gutiérrez
Caba; la directora de casting y actriz, Mercè Espelleta; la abogada y asesora
jurídica de la Associació d'Actors i Directors Professionals de Catalunya
(AADPC), Cristina Calvet, y el actor Sergi Cervera. Fue una mesa diferente a
las celebradas con anterioridad ya que después de la intervención de Cristina
Calvet, que tuvo que irse antes del tiempo previsto por imperativos laborales,
los ponentes entraron en un interesante debate, con una amplia participación
del público, formado en su mayoría por gente de la profesión. Muy a pesar de lo
que me gustaría admitir las lágrimas se impusieron a las sonrisas, pero también
quedó claro una cosa, que los actores y actrices no tiran la toalla y están dispuestos
a buscar salidas, que pasa principalmente por la unión de toda la familia cinematográfica,
para conseguir un bien común: la supervivencia y a ser posible la mejora en las
condiciones laborales de los profesionales del cine. La unión hace la fuerza.
Cristina Calvet quiso ser la primera en abrir la mesa
dispuesta a contestar las preguntas que
le quisieran plantear tras su intervención ya que estaría menos tiempo que el
resto de ponentes. Sus primeras palabras sirvieron para explicar el motivo de
su marcha antes de lo previsto y para exponer la situación actual del sector: “Creo
que estamos en un momento difícil, complicado, como abogada del Sindicato de
Actores lo veo diariamente y lo reconoce el propio sector. He empezado yo
porque ahora mismo se está haciendo una asamblea de doblaje a la que tendré que
ir enseguida porque es un colectivo que también se ha quedado sin convenio
colectivo con los problemas que eso supone o sea que estamos en un momento como
profesionales muy rico, pero muy complicado. Desde el sindicato nos encontramos,
por un lado, con una difícil financiación que no siempre alcanzan los mínimos. Por
otro lado, recientemente también en TV3, la AADPC tiene suscrito un pacto para
aquellos actores que trabajen en series de televisión de producción propia para
TV3, que también se está incumpliendo, porque hay un acuerdo de gobierno que
establece unos recortes salariales por encima del pacto del propio pacto, es
decir, que estamos en una situación en la que colisionan, por un lado, un
sector de un trabajo temporal inestable, con pocos recursos económicos, que no
favorecen la estabilidad por la que el sindicato siempre ha apostado y continua
apostando. Por mi parte no quiero empezar llorando pero si es verdad que es un
momento complicado”. También reconoció la desatención que tiene actualmente el
sector cultural por parte del ministerio: “Desde el nivel político, el sector
cultural, artístico, teatral, cinematográfico, no se cuida como haría falta,
hay otras prioridades. En todo caso, es cuestión que la parte sindical o la
parte social continúen luchando por los intereses de todo el colectivo.
Al finalizar la intervención de Cristina entró Mercè
Espelleta iniciando un animado debate que no decayó en ningún momento. Mercè se dirigió a Cristina: “cómo te tienes
que ir, antes de que hablemos todos, querría plantear unas cuestiones. Respecto
a lo que has dicho de TV3, hay una cosa muy curiosa, que cuando trabajas te lo
encuentras, hay un pacto político de la Generalitat por el cual a los
funcionarios se les quita del sueldo un 5%, lo que no sabíamos es que a los
actores que trabajamos un día en TV3 se quedan el 4 por ciento y dices ¿qué?”
Cristina le contestó: “ Lo que hace falta es una voluntad política de tener un
gesto de complicidad respecto a este sector”. Hizo referencia al octavo pacto
que la AADPC tiene suscrito con TV3 y al hecho de que cada vez se hacen más
sesiones y menos contrataciones continuadas.
Emilio Gutiérrez Caba comentó: “Yo encuentro que hay una
especie de complicidad, en estos momentos, entre las empresas de teatro, cine y
televisión y la administración y es una
complicidad muy grave porque lo está sacando todo y naturalmente eso, no sé si
ahora o en un futuro, podría pedirse alguna responsabilidad, porque están
haciendo daño a la cultura en general. Las
televisiones están abusando de todo y de todos y naturalmente es para
decir basta o aceptan las cosas así o vamos a las malas. Nunca en mi vida, ni
tan solo en el franquismo, había visto una capacidad de cinismo y chulería tan
grande como ahora”.
Cristina le dio la razón y añadió: “correcto, por otro
lado, también desde el sindicato estamos advirtiendo cada vez más la facilidad
de proporcionar o de ofrecer trabajos a actores y actrices para realizar
cortometrajes gratuitamente y se pretende extrapolarlo en cierta medida a un
largometraje. Un largometraje tiene una financiación y se tiene que prever una
partida presupuestaria de contratación para los actores a parte de para los
técnicos y para todos aquellos que
forman parte de la producción cinematográfica. Me parece, y coincido contigo,
inaceptable que con la excusa de la crisis, con la excusa de no tener recursos
y financiación, se pretenda que los actores trabajen gratuitamente y que se
instaure esta práctica. Hay muchos actores que nos llaman y nos dicen por favor
enviarnos un contrato, un modelo de contrato para hacer un cortometraje
gratuitamente, hombre, que productora está detrás de este cortometraje, de
quien estamos hablando y en el momento en que el sindicato se posiciona y habla
con la productora entonces todo se moviliza pero si no fuera por el sindicato
estarían trabajando gratuitamente”.
Mercè Espelleta comentó que ella en su condición de
actriz y de directora de casting ha hablado con productores y directores y a
veces juegan con el hecho de que a los actores les gusta mucho su trabajo hasta
el punto de que lo pueden hacer gratis. Cristina le contestó: “ya no es un aspecto
legal, pero yo creo que sería también muy interesante que los actores y
actrices sintieran que forman parte de un colectivo y entendieran que lo que
hacen es un trabajo, no es una afición, es un trabajo y vocacional, correcto,
pero a mí el derecho me entusiasma y me apasiona, pero es mi trabajo, por lo
tanto, no podemos confundir nunca la afición porque entonces te encuentras
pactando unos salarios por debajo del convenio, en unas condiciones que al
final de los años repercuten en un sector”.
Josep M. Caparrós, en vista del cariz delicado del sector
de los actores donde parece que dominan las lágrimas invitó a Emilio Gutiérrez
que tomara de nuevo la palabra ya que por su brillante trayectoria parece que
está más cercano a las sonrisas. Emilio siguió reconociendo, al margen de su
experiencia, que el momento que estamos viviendo es crítico: “tenemos un
ministro de cultura que presentó su dimisión hace unos meses y que no se la han
admitido nunca, yo le invito una vez más públicamente que la presente porque no
se puede hacer lo que hizo ayer, no presentarse en el acto más importante del
cine español como son sus premios, los Goya, una vergüenza para el Estado español”.
En cuanto a la profesión de actor afirmó: “Es una profesión evidentemente
inestable. Siempre hemos hecho los cortometrajes gratuitos porque eran amigos, se
trataba de ayudar a la gente, naturalmente la gente no ha sido recíproca nunca,
la mayoría de los casos han sido así, es que ni te regalaban la copia del
cortometraje. Llegabas a casa te decían te he visto en un cortometraje pues yo
no lo tengo” Recordó una frase de Fernando Fernán Gómez que dijo en una
entrevista que provocó las risas del público: “Señor Fernando Fernán Gómez ¿se
puede comer de esta profesión? y el hizo una pausa y contestó: comer, comer sí,
ahora cenar ya es otra cosa”.
Mercè Espelleta intentando ser más positiva comentó: “La
sonrisa es realmente cuando te dan un papel bueno a interpretar como actor o
actriz, entonces te olvidas de todas las lágrimas que han habido en tu vida.
Pero realmente sí que creo que tenemos que hacer mucha piña los actores, y los
directores, todos, es un tema que nos afecta a todos porque si no hacemos piña
entre nosotros no sé qué pasará”.
Emilio miró a Sergi Cervera y le dijo: “estoy un poco
espantado, Sergi me ha pedido dos hojas para escribir preguntas y veo que ya
las ha llenado ¿quieres que te de otra? Sergi se rió y dio su opinión a lo que
se había dicho: “Yo quería comentar una cosa sin contradecir ninguna coma de lo
que han dicho mis compañeros, estoy completamente de acuerdo en todo, pero
nunca ha sido tan buen momento para los actores y las actrices como ahora,
nunca, nunca en toda la historia de la humanidad, en el sentido de que nunca ha
sido tan posible con la nueva tecnología. El año pasado estuve viviendo unos
meses en Los Ángeles. Hicimos un casting con un iPhone, un casting para una
serie de televisión -no me cogieron- un iPhone con una óptica profesional
añadida. Claro, hoy día lo puedes filmar, colgar en internet y si realmente es
una buena idea puede llegar a los grandes productores. Antes era una profesión
de multimillonarios. Hacer una película costaba muchísimo, ahora también pero
no tanto. Hasta incluso las películas más caras no cuestan tanto. El problema
yo creo que es, y aquí en este país
desgraciadamente como bien habéis dicho se acusa mucho, es de actitud, voluntad
y de cultura.” A partir de aquí las intervenciones de Sergi aumentaron pero
quiso dejar claro solo empezar: “diré todo esto para llevar la contraria, si
vosotros dijerais que todo es maravilloso yo diría entonces lo que estás
diciendo”. A continuación fueron sucediéndose las intervenciones del público
muy interesado por los diferentes aspectos que se trataron del oficio de la
interpretación y de su delicada situación actual en España.
El actor Apolinar Losada, que muy amablemente se prestó a ir pasando el micrófono a la gente del público que quería intervenir, fue el último en participar en el debate con una reflexión: “Me quedé con una frase en la gala de los Premios Goya cuando dieron un premio a la mejor película iberoamericana que fue para Venezuela: cuidad el cine español porque en Venezuela últimamente gracias al esfuerzo del gobierno ha aumentado un 40 por ciento la asistencia de público en el cine venezolano, y Apolinar sentenció, aquí ha bajado". Josep M. Caparrós cerró el acto: “Agradecemos a los ponentes esta mesa redonda tan interesante, polémica y apasionante. Sergi Cervera quiso decir la última palabra refiriéndose al trabajo de los actores y actrices “es una profesión cojonuda”.